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En nuestra primera salida fuera de la ciudad como corresponsales del diario La Industria fue hacia el Complejo Arqueológico El Brujo, donde se encuentra el Museo de la Señora de Cao, cuya modernidad contrasta con la antigüedad ancestral de las culturas que ahí se reflejan. Además estuvimos en la fábrica de azúcar de la Empresa Agroindustrial Cartavio, donde vimos el proceso de elaboración del dulce producto.
En el Complejo Arqueológico, los 84 corresponsales escolares que viajamos quedamos maravillados con las pintura en alto relieve que nos dejaron los Moche en esa zona de la provincia de Ascope, y que por cierto tienen cierta similitud con el arte que hay en la Huaca de la Luna.
Cuando ya habíamos terminado el recorrido por todo el complejo arqueológico, el guía nos dijo: “Ahora iremos a visitar museo donde está la Señora de Cao”. Todos estábamos muy emocionados. Sin duda una gran experiencia fue el paseo de estudios que organizó La Industria, diario al cual agradecemos por darnos la oportunidad no sólo de conectarnos con nuestro pasado, sino que nos permite confraternizar entre corresponsales y pasar un buen rato en este paseo.
En el museo
Al entrar, había un mostrador en donde el encargado nos dio las instrucciones principales para el cuidado del museo como no apoyarse en los vidrios y no tocar los objetos o televisores. Después, nos pidió que no tomáramos fotos ya que estas dañaban y podían deteriorar a los objetos del museo, por lo tanto le entregamos nuestras cámaras y filmadoras.
El primer objeto que vivimos dentro fue un gran televisor de última generación que mostraba un video animado que resumía todo lo que habíamos visto y lo que el guía nos había explicado antes, pero ya de manera más específica. Además, allí pudimos observar diferentes manifestaciones culturales de las culturas que se asentaron en este territorio hace ya varios años junto con una explicación detalla del guía de cada uno de los objetos que veíamos y los espacios por los cuales pasábamos.
El museo arqueológico cuenta con todo tipo de objetos, desde ceramios de animales, telares magníficos hasta ropas características de lo habitantes, orfebrería, todos medios a través de los cuales los habitantes de estos territorios plasman su cultura para trasmitirla a nosotros.
Frente a la Dama de Cao
En el museo se muestra toda clase de objetos, pero no cabe duda alguna que su máxima atracción es la señora de Cao, importante gobernante que cambio el parecer de la organización política del antiguo Perú, ya que antes los arqueólogos pensaban que las mujeres no cumplían un rol importante en la sociedad.
En una habitación oscura especialmente destinada a resaltar a la Señora de Cao que forma parte de nuestro pasado. Aquí observamos los aretes, orejeras, diademas, coronas y diferentes objetos de la Señora de Cao; además nos explicaron datos importares como su estura, rasgo físicos principales, funciones y que tenía tatuajes por todo los brazos que representaban sus poderes sobrenaturales de curandera.
Así termino nuestro recorrido en el complejo, luego nos retiramos para continuar nuestro paseo con destino a la fábrica de azúcar de Cartavio.
En el Complejo Arqueológico, los 84 corresponsales escolares que viajamos quedamos maravillados con las pintura en alto relieve que nos dejaron los Moche en esa zona de la provincia de Ascope, y que por cierto tienen cierta similitud con el arte que hay en la Huaca de la Luna.
Cuando ya habíamos terminado el recorrido por todo el complejo arqueológico, el guía nos dijo: “Ahora iremos a visitar museo donde está la Señora de Cao”. Todos estábamos muy emocionados. Sin duda una gran experiencia fue el paseo de estudios que organizó La Industria, diario al cual agradecemos por darnos la oportunidad no sólo de conectarnos con nuestro pasado, sino que nos permite confraternizar entre corresponsales y pasar un buen rato en este paseo.
En el museo
Al entrar, había un mostrador en donde el encargado nos dio las instrucciones principales para el cuidado del museo como no apoyarse en los vidrios y no tocar los objetos o televisores. Después, nos pidió que no tomáramos fotos ya que estas dañaban y podían deteriorar a los objetos del museo, por lo tanto le entregamos nuestras cámaras y filmadoras.
El primer objeto que vivimos dentro fue un gran televisor de última generación que mostraba un video animado que resumía todo lo que habíamos visto y lo que el guía nos había explicado antes, pero ya de manera más específica. Además, allí pudimos observar diferentes manifestaciones culturales de las culturas que se asentaron en este territorio hace ya varios años junto con una explicación detalla del guía de cada uno de los objetos que veíamos y los espacios por los cuales pasábamos.
El museo arqueológico cuenta con todo tipo de objetos, desde ceramios de animales, telares magníficos hasta ropas características de lo habitantes, orfebrería, todos medios a través de los cuales los habitantes de estos territorios plasman su cultura para trasmitirla a nosotros.
Frente a la Dama de Cao
En el museo se muestra toda clase de objetos, pero no cabe duda alguna que su máxima atracción es la señora de Cao, importante gobernante que cambio el parecer de la organización política del antiguo Perú, ya que antes los arqueólogos pensaban que las mujeres no cumplían un rol importante en la sociedad.
En una habitación oscura especialmente destinada a resaltar a la Señora de Cao que forma parte de nuestro pasado. Aquí observamos los aretes, orejeras, diademas, coronas y diferentes objetos de la Señora de Cao; además nos explicaron datos importares como su estura, rasgo físicos principales, funciones y que tenía tatuajes por todo los brazos que representaban sus poderes sobrenaturales de curandera.
Así termino nuestro recorrido en el complejo, luego nos retiramos para continuar nuestro paseo con destino a la fábrica de azúcar de Cartavio.