Visitaron la Represa del Gallito Ciego
También estuvieron en Tembladera y visitaron los petroglifos de Yonán
La grandeza del Proyecto Jequetepeque - Zaña, representada en la Represa Gallito Ciego, la belleza del distrito de Tembladera (Cajamarca - Perú), el Museo de Arqueología del Centro Educativo San Isidro del mencionado lugar y los petroglifos de Yonán fueron los atractivos que este fin de semana conocieron nuestros corresponsales escolares durante el viaje de estudios que organizó el diario La Industria de Trujillo (periódico líder que circula en el norte de Perú).
Esta vez nuestro anfitrión fue el alcalde de Yonán - Tembladera, Juan José Córdova Zavala quien al enterarse de nuestra presencia en la zona, tuvo la amabilidad de buscarnos para guiarnos personalmente. En momentos que visitábamos la represa Gallito Ciego nos dio el alcance y personalmente nos mostró los atractivos turísticos de su distrito.
La autoridad al enterarse que, precisamente ese día, La Industria cumplía 113 años de fundación abrió las puertas del Municipio y organizó una ceremonia de bienvenida para todos los alumnos que representaban al medio decano del periodismo de provincias.
En la persona de Fernando Julca y William Prado, el burgomaestre Córdova Zavala premió a La Industria por tan magno acontecimiento y resaltó, como un hecho histórico para Tembladera, que precisamente el día del aniversario, los corresponsales escolares de dicho medio visiten su jurisdición.
“Tembladera les abre las puertas con mucho cariño y espera que su estadía en este lugar les sea placentera. Es un honor para mí como representante de este distrito tenerlos a ustedes en este día tan especial para el diario La Industria. Además, así como he premiado a La Industria en la persona de los dos grandes periodistas que los acompañan, también quiero premiarlos a todos ustedes. Y este reconocimiento recaerá en la persona del alumno Bryan Díaz Flores del colegio Lord Kelvin quien el mes pasado ganó el premio de la mejor composición sobre Chan Chan.
Por su parte, la primera regidora Sofía Espino Bardales expresó su beneplácito por la visita, y tras felicitarnos por nuestro aniversario, resaltó la importancia de nuestro programa de corresponsales que busca poner al alumnos en contacto con nuestra realidad mediante la visita a lugares que son claves para el desarrollo regional.
Un bonito recorrido
Nuestro viaje empezó muy temprano. A las 6.50 de la mañana del sábado 8 de noviembre partimos a bordo del bus de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT). Tres horas y media nos demoró recorrer los 183 kilómetros que nos separan a nuestra ciudad de la represa Gallito Ciego. Los primeros 150 kilómetros pasaron casi desapercibidos. Luego de pasar Ciudad de Dios vendría lo adverso: 33 kilómetros de carretera en mal estado, pero que felizmente se encuentra en pleno proceso de rehabilitación. A pesar de los baches y paradas obligadas que motivaba la reconstrucción de la vía, los alumnos, padres de familia y profesores iban felices. Sin embargo el mejor momento fue al llegar al kilómetro 33 de la carretera a Cajamarca. Allí está la represa de Gallito Ciego en forma de una impresionante laguna apta para la pesca deportiva y navegación en botes ligeros. El personal técnico de turno realizó una demostración de la nube de agua que se forma al abrir las válvulas de desfogue, una experiencia increíble que dejó sorprendidos a los alumnos.
¿Dónde está la represa?
La represa se localiza sobre el curso inferior del río Jequetepeque, en un estrechamiento del valle con laderas inclinadas. Forma un vaso de aproximadamente 12 kilómetros de largo y de 1 a 2 kilómetros de ancho, cubriendo un área de aproximadamente 14 km2 y su volumen útil de 400.4 millones de metros cúbicos, constituyéndose en el segundo de mayor capacidad en el Perú.
Es un lugar acogedor, rodeado de bosques secos y vegetación y gran tranquilidad. Desde el mirador del complejo turístico se contempla el bosque de eucalipto, que alberga varias especies de aves silvestres y un espejo de agua, lugar especial para pasear en chalana o moto náutica.Aquí se crían peces como el pejerrey argentino, la carpa y el camarón de río, que servirán para la alimentación de los excursionistas.
Luego de conocer esta maravilla de la ingeniería gracias a la cual en los campos del valle de Jequetepeque se cultiva el mejor arroz del mundo, enrumbamos hacia Tembladera guiados por el alcalde Córdova que nos mostró la hermosa plaza de armas y el Museo de Arqueología del Colegio San Isidro que alberga valiosas piezas arqueológicas y la momia de una mujer joven con hermosos tatuajes en los brazos.
Los petroglifos
A cinco kilómetros de Tembladera, siguiendo la carretera hacia Cajamarca, hay un desvío que nos lleva al lugar donde se encuentran los petroglifos de Yonán. Según nos contó el alcalde Córdova este lugar tiene varios nombres. Por su asociación con el cerro se les conocía como “pinturas del Cerro Santa Clara”, y por su relación con la quebrada seca y amplia a su lado izquierdo se les llama “las pinturas de Shausis”.
Los lugareños antiguos además denominaban a este conjunto como “las campanas del diablo”, por unas piedras de color rojizo, de gran tamaño y ubicadas en la parte media. Algún sacerdote que veía en las pinturas un motivo de culto “pagano” puso allí una campana pequeña de bronce, dibujó algunos temas cristianos en una piedra plana usada para llamar a la oración, y a los otros dibujos les llamó “la biblioteca del diablo”.
Luego de una breve caminata, abordamos el bus que nos trajo de vuelta hasta Tembladera donde almorzamos con el alcalde y la regidora.
Al término de esta agradable aventura emprendimos el viaje de retorno hacia Trujillo (Perú), satisfechos por la acelerada jornada que grabó en las mentes de los alumnos, padres de familia y profesores esos lindos paisajes, gratos recuerdos y vivencias que suman una valiosa experiencia. ¡Sin duda un viaje inolvidable!
lunes, 10 de noviembre de 2008
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