martes, 29 de junio de 2010

COLEGIO BELÉN




Más de un siglo brindando educación a la niñez y juventud trujillana:
“Histórico y prestigioso

Colegio Hermanos Blanco”
Sthefany Alexandra Chávez Laguna

En el año 1877 los hermanos Blanco, Modesto y Felipa fundan el colegio Belén. Fueron ellos los constructores de un proyecto de amor y servicio cultural cuyos frutos se extienden de un siglo a otro.
El primero, Faustino Modesto Blanco y Martínez fue un próspero hombre de negocios que en base a su trabajo infatigable, honrado e ingenioso para los negocios, pudo formarse una cuantiosa fortuna.
Felipa Blanco y Martínez fue una mujer de sentimientos piadoso que dedicaba parte de su tiempo a ayudar al prójimo; de ella nació la cabal idea de apoyar a un grupo de niñas (conocidas suyas) brindándoles aprendizaje, la cual fue apoyada a plenitud por su hermano Modesto, quien contrataría los servicios de una maestra particular para hacer de ese gesto una labor más productiva y duradera en beneficio de ese grupo de niñas.
Y es así que nace una escuela de enseñanza elemental que empezó a funcionar con nueve alumnas un noviembre de 1875(7).

Formación integral
Sin embargo, don Modesto preocupado por la formación integral y cristiana de las alumnas y ante una mayor demanda del servicio de enseñanza, concertó con la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, para que la dirección de la escuela corriera a su cargo y es así como un 1 de junio de 1877 bajó de la dirección de estas religiosas, siendo la primera directora Sor Josefa Ocampo, en dos pequeñas habitaciones del antiguo recinto del Hospital de mujeres nace oficialmente el colegio “Sagrado Corazón de Jesús de Belén”, nombre sugerido por doña Felipa Blanco .
En 1880 el colegio contaba con cien alumnas, razón por la cual se ensancho el local con la compra que hizo doña Felipa de una casita contigua al hospital de mujeres y con ella se edificaron dos aulas más.

Bienes para el colegio
Un 31 de mayo de 1889, Felipa Blanco estando ya muy enferma, muere dejando a su hermano todos los bienes que le correspondían con la recomendación que cuando él falleciera los legara, por no tener descendientes, a favor del colegio.
No obstante, en 1893, enfermo y sintiendo que su vida llegaba a su fin, no contento con sólo haber fundado y mantenido el colegio, don Modesto hizo su testamento días antes de morir, dejando sentada su voluntad de legar a la Beneficencia Pública de Trujillo sus numerosas propiedades para que con ellas se sostenga al colegio que él fundó, asimismo que se construya el local del Hospital de Mujeres para poder admitir mayor número de niñas pobres, pues dicho local ubicado entre Diego de Almagro y Ayacucho se convertiría en la sede del colegio . Finalmente, un 19 de junio del mismo año, aquel benefactor trujillano dio su último respiro.
En memoria a don Modesto Blanco cada 19 de Junio la prestigiosa institución celebra el día central de su aniversario.
En ese mismo año la Beneficencia cambia el nombre del colegio por “Modesto Blanco”. Después, extendiendo su homenaje y agradecimiento a la hermana y reparando la omisión, en 1937 la denominación se cambio por el de “Hermanos Blanco”, nombre definitivo en uso; pero a pesar de las reformas, la economía del lenguaje del pueblo, hizo que a este centro educativo, con el paso del tiempo, se le llamara “Belén”, abreviación de su primer nombre.

Pensionado
En 1935 ante la demanda y calidad del servicio, la Beneficencia acordó establecer un pensionado para niñas pertenecientes a familias acomodadas, sin dejar de prestar atención gratuita a las niñas pobres. En ese mismo año se compra una casa para ensanchar el local, derrumbándose cuartos inservibles y estableciente una puerta central de comunicación con esa área.
Al año siguiente, el músico nacional, Sebastián Silva, compuso y obsequió al colegio el Himno a don Modesto Blanco, que fue estrenado el 19 de junio, día del aniversario Belenista.
En 1945, bajó la dirección de Sor Margarita Heraud, se crea la sección secundaria, la cual llenaría una necesidad cada vez más sentida ya que son pocos los colegios de secundaria para señoritas entonces existentes y muchas las mujeres con gran anhelo por mejorar y superarse.

Despojo de propiedades
Entre estos años la Beneficencia sufre el despojo de propiedades legadas por Don Modesto debido a nuevas resoluciones creadas, por eso en 1966, se declaró al colegio Plantel de Enseñanza Particular en ambos niveles: primaria y secundaria; con la dirección de la Reverenda Madre Rosa Portal, la cual sería la última directora proveniente de las filas de la congregación de San Vicente de Paúl hasta 1972, transcurriendo así 95 años de fructífera labor de esta orden religiosa.
Por ello, las religiosas Franciscanas Concepcionistas de Copacabana asumen la dirección del plantel hasta 1977, año en que la Beneficencia establece un contrato con la Congregación de Religiosas Dominicas Docentes de la Inmaculada Concepción para que ellas se hagan cargo del plantel; sin embargo en el 2004, se producen ciertas discrepancias y la Congregación se ve obligada a retirarse. Desde ese año, aproximadamente por el mes de Agosto, asume la dirección la Mg. Mónica Ferradas Lora y actualmente la Lic. Rosa Consuelo Vigo Vargas, quien laboró más de 15 años como docente en la institución que hoy dirige ; sin embargo a pesar de que el colegio ya no es direccionado por una congregación, sigue manteniendo sus principios católicos y su enseñanza humanista y comunitaria basada en valores del buen cristiano.

La tragedia
El primer domingo del año 2010 en plena tarde un fuerte temblor sacudió la ciudad de Trujillo; sin embargo la población suspiró aliviada porque al parecer no había ocasionado alguna desgracia.
Sin embargo, tres días después, 6 de enero aproximadamente a las tres de la madrugada, el portero del Centenario Colegio escuchó un ruido estrepitoso y al salir vio como pedazo a pedazo se derrumbaba el muro más antiguo del Jr. Ayacucho; después de su estupefacción llamó a los dirigentes del colegio, los cuales acudieron de inmediato al llamado.
A las 6 de la mañana se veía alboroto e incredulidad “¿qué será de Belén?”. Sin embargo, la ayuda no se hizo esperar, poco a poco llegaban mujeres (ex alumnas y alumnas de la institución) dando a conocer su apoyo.

Reconstrucción
El verano llegó y con él, la meta de reconstruir un colegio; y gracias a la ayuda de muchas ex belenistas, padres belenistas y creyentes en la institución, la meta se logró y así es como un 15 de marzo, inician las clases en Belén, increíblemente con la misma cantidad de alumnas del año pasado.
Hoy podemos decir, gracias Trujillo por seguir confiándonos la educación de tu niñez y juventud, gracias por el apoyo brindado y hemos demostrado que por todo y a pesar de todo EL CORAZÓN BELENISTA PERMANECE INTACTO.
“Belén”, palabra sola que es estrella guiadora de fe y esperanza, que evoca en el corazón del cristiano todas las demás omitidas pero sobreentendidas, que recuerda a un niño llamado Jesús y con Él, a todos los niños de la tierra; y en este caso, a las niñas de Trujillo , objeto del servicio educativo que fundaban don Faustino Modesto Blanco y doña Felipa Blanco.

El izamiento
Se iniciaron las fiestas por el CXXXVI aniversario del prestigioso y centenario colegio Hermanos Blanco, más conocido tradicionalmente como “Belén”. Una de las actividades principales fue el Izamiento del Pabellón Nacional en la Plaza de Armas con la presencia de las alumnas y personal de dicho plantel.
Después del típico Izamiento del Pabellón Nacional, donde se entonó el Himno al Perú y a Trujillo, la comunidad belenista se dirigió hacia su plantel ubicado en la esquina entre Almagro y Ayacucho. Ahí la directora dio un pequeño discurso por inicio de aniversario y se entonaron las notas del Himno Belenista.
“Para una institución como el Colegio Hermanos Blanco, cumplir 133 años es madurez plena, reafirmarse como una institución sólida, de gran prestigio y que día a día engrandece a la comunidad trujillana.” Manifestó la Lic. Rosa Consuelo Vigo Vargas, directora de dicha institución.
Con esta actividad se puso punto de partida a una serie de programaciones para recordar a los benefactores: Modesto y Felipa Blanco, fomentar la integración belenista y con la comunidad trujillana.

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